domingo, 16 de agosto de 2015

Análisis - Rayman (Jaguar / PlayStation / Saturn)

Bien, me ha costado decidirme por una primera reseña para The Freak Remastered, pero después de comerme un poco el tarro, he optado por una sencillita, de un juego que tenga ya su tiempo y no contenga demasiados apartados analizables. Un plataformas bidimensional en toda regla, con sus cosas buenas y malas (pero principalmente buenas), y sobre todo, famoso en el mundo entero. Os hablo del único e inigualable...



¿Qué se puede contar acerca del personaje principal?

Rayman en sí es un caso curioso: según la historia oficial (aunque ésta ha ido alterándose un poco con el paso de los años), es un protector de un mundo mágico formado por electoons, la energía de dicho mundo. Pero debido a que no hubo suficientes electoons para formarlo, carece de algunas partes de su cuerpo, aunque esto se convirtió más en una bendición que en una maldición, ya que es capaz de arrojar sus puños como proyectiles y su pelo es lo bastante flexible como para permitirle volar con él.

El diseño de Rayman es genial, de eso no cabe duda; y para una consola tan incomprensible y de difícil programación como la Atari Jaguar, logró un apartado visual impresionante. Su ausencia de brazos y piernas permitió a la compañía francesa dar una gran variedad de animaciones a su mascota.

Pero, ¿qué ha de hacer el peculiar héroe en su primer juego? Bueno, su planeta vivía en perfecta armonía hasta que un tal Mr. Dark (nombre muy original para un villano, ¿no creéis?) decidió apoderarse del Gran Protón, el núcleo de la energía del mundo, y apresar a todos los electoons. Y nadie mejor que Rayman para cumplir con la peligrosa tarea de rescatar a las frágiles criaturas y restaurar el equilibrio.

Algo que atrapa desde el minuto uno es su magnífico
apartado visual. Mira qué bellos sprites y escenarios.

Empecemos en positivo: unas pocas imágenes no bastan para que os hagáis una idea de lo increíblemente bien que se puede llegar a ver un plataformero que tiene ya veinte años. No sólo los escenarios se ven espectaculares, sino que estos a veces cuentan con elementos como tormentas o niebla para hacer entrar en ambiente al jugador. Y si nos paramos a hablar del propio Rayman... ¡Caray, jamás se habían visto tan buenas expresiones faciales en un videojuego! También los enemigos ponen divertidos caretos al atacar, ser golpeados o huir. Con razón Francia goza de una buena reputación en el sector de la animación. 

Hablando de los escenarios, aunque no son muchos, la cantidad de niveles es respetable, todos ellos son bastante largos y hay una variedad increíble: empezamos en una selva llena de exploradores y pirañas a los que debemos interceptar para seguir avanzando, y en la que nos haremos amigos de un enorme mosquito que nos permitirá cabalgar sobre su lomo. O... ¿...tórax? Es igual.

Luego, nos aventuraremos en mi tierra favorita: Band Land. Un país repleto de instrumentos musicales gigantes, algunos de ellos incluso con vida propia, como maracas, bongos, tambores, trompetas... Le seguirá un monte azul donde habitan seres de la misma especie que Rayman (¿tampoco quedaron suficientes electoons para ellos o qué?), seguido de un hermoso y colorido mundo de pintura, con gomas de borrar y lápices a modo de plataformas. Luego, una peligrosa cueva subterránea en la que un paso en falso puede significar la muerte. Para terminar, la guarida de Mr. Dark que, quién lo diría, es un castillo hecho de dulces: tartas, chocolate, resbaladiza nata... ¡Para ser tan siniestro, tiene una casa de lo más llamativa!

Incluso el mapa del mundo resulta vistoso. ¿Sois capaces
de localizar todos los sitios que he mencionado?

Y qué decir de esa inigualable banda sonora. Cada zona tiene sus propias pistas, todas con una calidad impecable tanto en composición como en sonido. Es comenzar en el primer nivel, y sientes cómo te cautiva su simpática melodía. Y es que, hasta en ese apartado, Rayman ha demostrado ser capaz de tener mucha variedad. 

Hablemos de los controles: Rayman puede moverse agachado, de pie y saltando, pero al principio no contará con muchos poderes. El hada Betilla le irá proporcionando habilidades a medida que su héroe avance. Primero, le otorgará el poder para lanzar sus puños; luego, le permitirá agarrarse de salientes; después... ¿Qué? Ah, sí, has leído bien. ¿Nunca habías oído hablar de un personaje que necesitase aprender a agarrarse de un borde? Bueno, Rayman es uno de ellos... 

De todas las habilidades que nos ofrece Betilla, hay una que es extremadamente útil: el pelicóptero. Como su nombre indica, permite a nuestro amiguito convertir su pelo en una hélice que lo mantendrá planeando durante breves instantes. Con el tiempo, llegarás a alguna fase donde se te ofrece un suero que potencia esta habilidad para que puedas volar libremente. 

La forma que tiene Rayman de usar los puños ha cambiado
en cada juego, pero su helicóptero sigue siendo igual.

Por desgracia, no todo es de color rosa, y toca hablar de un serio problema que posee este juego. Como ya sabéis, antiguamente se hacían títulos especialmente difíciles para alargar el desafío y compensar la escasez de niveles (y sí, te estoy mirando a ti, Castlevania). El caso de Rayman fue uno especial, ya que fue una de esas raras especies que permitía tanto el uso de tarjetas de memoria como de passwords. Así, si no poseías una Memory Card, tenías otra alternativa para seguir por donde lo habías dejado, ya que hay muchos electoons a los que rescatar y una cantidad de niveles decente, por no hablar de que son bastante largos. 

Con todo esto, pensarías que el desafío que ofrece Rayman es apto para cualquier jugador, ¿no es así? Pues adivina: el juego no es difícil, no... ¡Es brutalmente difícil! Disfruta de esos tres primeros niveles sencillitos, porque lo que te aguarda después es toda una odisea: plataformas minúsculas, zonas resbaladizas, mil proyectiles que esquivar, cavernas poco iluminadas, jefes finales que aguantan un montón de golpes... Y ni hablemos de Rayman: sólo resiste tres golpes, y si muere, todas las esferas que llevaba acumuladas se perderán, así como sus potenciadores. La imagen de arriba no engaña, existe un objeto que te permite aumentar tu salud máxima a cinco, pero adivina qué: si la pierdes toda, volverá a tres. 

¿Y pensabas que ahí se acababa todo? Pues espera, que hay más: en Rayman 2: The Great Escape, recoger lums es necesario para avanzar, y en Rayman 3: Hoodlum Havoc, también tendrás que salvar a algunos diminutos que conocen el camino a seguir, pero en ninguno de esos dos juegos es obligatorio salvarlos absolutamente a todos a menos que quieras superarlos al 100%. El Rayman original no es así: mientras no hayas rescatado a todos (y con esto quiero decir a TODOS) los electoons, el acceso a la guarida de Mr. Dark quedará restringido. Hagamos cálculos, ¿vale? Son dieciocho fases, y en cada una debemos romper seis celdas de electoons. No contamos el último nivel porque no hay electoons a los que socorrer. Eso hace un total de 42 jaulas. No parecen muchas, no, pero algunas están muy bien escondidas, otras requieren que pases por ciertas zonas para que se revelen... No es tarea fácil, eso te lo puedo asegurar. Y tendrás que liberar a todos esos pequeñajos si quieres desbloquear el último nivel y superar así el juego. ¿Qué te parece el desafío?

¿Ves a esta tipa? Mira su barra de salud. Te vas a enfrentar
a ella una y otra vez hasta que la derrotes, créeme...


¿Conclusiones?

Rayman es, sin duda, un clásico que ha envejecido muy bien con el paso del tiempo. A pesar de sus dos décadas, sus gráficos, controles y sonido te permiten seguir disfrutando al cien por cien de él. Y lo digo literalmente, ya que este juego no se puede superar con un porcentaje menor. Su dificultad es endiablada y a veces puede desembocar en la frustración, pero sigue siendo un magnífico título con el que revivir los humildes inicios de Ubisoft. 

Gráficos
No hay objeciones: si te parece bonito con unas pocas imágenes, en movimiento no tiene desperdicio alguno. Mira algún vídeo, o mejor aún, pruébalo, y verás de lo que hablo.

Sonido
La calidad sonora, como ya he dicho, no tiene competencia, y la gran variedad de pistas musicales se adapta con facilidad a cada nivel.

Jugabilidad
El control de Rayman es intuitivo y no ocupa demasiados botones, pero el nivel de dificultad es tan alto que necesitarás mucha práctica para superar cada fase.

Duración
En consolas como la NES teníamos juegos cortos que se hacían largos por su dificultad. Aquí tenemos un juego no tan corto que encima es muy difícil, así que imagina.


Lo mejor
· Soberbio apartado visual y sonoro.
· Muy buenos y sencillos controles.
· Un personaje carismático y divertido.

Lo peor
· Su implacable dificultad.
· Jefes finales demasiado resistentes.
· El juego no permite pasarlo si no es al 100%.

Nota final 
8

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